lunes, 13 de mayo de 2019

Marea: Reseña de "El azogue"




Ocho años han pasado desde el último esfuerzo discográfico de Marea. Más tiempo del esperado, que se ha visto retrasado por diferentes factores. Pero la espera no les ha sentado mal y con "El azogue" rompen un silencio que se nos estaba empezando a hacer demasiado largo. Y es que los de Berriozar son unos de nuestros grandes exponentes del rock urbano, y se han ganado a base de esfuerzo y humildad el ansia con el que se esperaba este nuevo material de la banda.

Lo primero que llama la atención es el diseño de la caja y de la portada. Tonos marrones decoran imágenes de picos, palas, un pozo con una soga y unos versos de Octavio Paz. Y es que, a pesar del éxito, no se olvidan de sus raíces, aquellas que guardan su esencia. La misma esencia que nos regalan en las diez canciones que componen "El azogue".

También hay que destacar que este disco tiene un sonido espectacular, seguramente el mejor de toda su carrera. Lo han cuidado al milímetro dejándonos disfrutar de grandes pasajes sonoros.

Comienzan con un sonido Marea cien por cien, con Kutxi sacando su lado más literario con referencias a Federico en el tema “En las encías”. Más rápido y con unas sugerentes armonías de guitarra se presenta “Un hierro sin domar”. Los tranquilos acordes del inicio en “Muchas lanzas” tardan poco en explotar con unos potentes riffs de guitarra rematados por un Alen que demuestra su gran progresión tras los parches. A puro rock suena “Jindama”. Unos riffs potentes y bien conjuntados en los que sacan a relucir sus influencias.

Me ha sorprendido, y mucho, el medio tiempo de “La noche de viernes santo”. El colchón sonoro que suponen los teclados en el estribillo, y un Kutxi buscando su punto más melódico te enganchan desde la primera escucha. El contrapunto lo pone “Ocho mares”; Un sonido más crudo, por momentos oscuro, pero sin perder el aroma del rock. “Copla del precipicio” es una auténtica montaña rusa: Cambios de ritmo constante, de nuevo con la aparición de los teclados, con la batería regalándonos momentos fascinantes y un fantástico solo de guitarra.

“El temblor” comienza con un potente riff de guitarra. Estamos ante una canción que te arrastra según pasan los segundos, contagiándote con un gran trabajo de guitarras, y que te eriza la piel tras el primer estribillo con ese grito lleno de rabia de “volverá el temblor”.

El tema con más sentimiento es sin duda “Pájaros viejos”; Un medio tiempo, lleno de grandes nombres del flamenco y con la muerte sobrevolando de esa manera que solo Kutxi sabe hacerlo. Muy bonito además introducir a Ventura en la letra, padre del guitarra Kolibrí, que murió en 2017 y al que además dedican todo el disco. Precioso gesto a un gran fan de la banda.

El punto y final lo pone la voz de Piñas. No es que nos extrañe, pero hacía tiempo que el bajista no agarraba el micro para llevar la voz cantante. Lo vuelve a hacer en “Pecadores”, la canción más rápida de “El azogue”. La potencia del riff inicial, un Alen sobresaliente, una vez más, en un tema directo, lleno de rabia, y el berrido final, nos despiertan de golpe tras diez temas llenos de la esencia de los Marea y sobre todo lleno de rock.


Texto por:
Borja Díaz

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