martes, 1 de octubre de 2019

"Solo quiero brujas en esta noche sin compañía", el espectacular nuevo trabajo de El Drogas




En los últimos años, Enrique Villarreal, más conocido como El Drogas, nos ha acostumbrado a esperar ansiosos sus nuevas noticias discográficas. Cada nuevo trabajo nos sorprende con alguna idea nueva que no hace otra cosa que reafirmar que es uno de nuestros artistas más activos y con ideas más brillantes.

Venía de liarse la manta a la cabeza con cuatro conciertos en uno en la Ciudadela de Pamplona. Ese día desembocó en el directo "Un día nada más". Pero sobre todo tenía el precedente de "Demasiado tonto en la cabeza", un triple CD que se le ha quedado corto. Por ello nos presenta "Solo quiero brujas en esta noche sin compañía", ¡un quíntuple CD!

El pasado 23 de septiembre, Warner nos convocaba en cines Artistic Metropol para la preescucha de este nuevo lanzamiento. Por supuesto a una selección de temas elegidos por Enrique, ya que si hubiéramos escuchado los cinco discos todavía estaríamos allí como se llegó a bromear. La verdad es que once temas de los cuarenta y dos que conforman este trabajo se nos hicieron cortos. Y eso es muy buena señal.

Dividido en cinco timbres, el primero, "Timbre acústico. Sale la luz", nos presenta las letras más luminosas, llenas de alegría y festividad como en “Al salir la luz”. Pero también es capaz de ponerse más oscuro en “Sin lámpara”, un tema sobre el suicidio con una letra que te produce un caricia que desgarra el corazón. Todo ello provisto de una armadura acústica para darle un toque más íntimo.




"Timbre oxidado (Europa)" nos presenta un sonido más pesado, más denso, jugando en ocasiones con el hardcore, para tratar en sus letras el drama de los refugiados, con Europa y el Mediterráneo como jueces y verdugos. El bajo se vuelve protagonista en “Con pinturas de guerra”, mientras que la batería suena atronadora en “Besos de asco”.

"Timbre canalla y de bullanga. El arrabal que tiembla" nos muestra un registro en el que El Drogas se mueve a la perfección. Con sonidos rhythm and blues, y un aroma a taberna, nos deja el CD más desenfadado. Contagioso el ritmo de “La mala suerte”. En “Ya podemos irnos”, El Drogas conecta con su pasado, recordando a la época de Txarrena, con un sonido habitual en sus últimos trabajos.




"Timbre fundido. Circo sin hogar" es seguramente el más sorpresivo. Con un sonido bordeando el industrial nos presenta a los personajes de este particular circo. Es el disco en el que Enrique más ha experimentado, con “El dueño” y su sonido embarullado, o “Forzudo” donde sale a relucir la vena más metalera.




Cierra el trabajo "Timbre equivocado. Deja que me agite en la frontera". En él no hay un guión musical que una todas las canciones. Se encarga de darle sentido la temática: el amor. Es por ello que “Perderte es la diferencia” pasa del acústico al eléctrico, mientras que en “Acertijos por andar” un piano nos acompaña en cada estrofa.




Sin duda, El Drogas tiene entre sus manos una de las plumas más brillantes del panorama, pero además le añade una cabeza capaz de sorprender con ideas apasionantes como este quíntuple disco. Cada uno es diferente, pero todos tienen el nexo común de la voz de Enrique Villarreal. Sólo hemos escuchado once canciones, una cuarta parte, pero pinta muy bien. Auguramos que será uno de los trabajos del año.


Texto y fotos por:
Borja Díaz

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