No se hicieron mucho de rogar los conocidos en un principio como London Quireboys antes de volver a España para presentar un nuevo disco que es más una
excusa para salir de gira que realmente un trabajo serio y con poso temporal, una
práctica que, por otro lado, llevan tiempo explotando.
Así pues, el pasado 18
de febrero, tras la actuación de los teloneros tulorenses Visitantes, Spike y sus secuaces aterrizaron una vez más en la Sala Copérnico de
Madrid, dispuestos a hacer lo que mejor saben, tocar rock and roll. Porque de
eso se trata todo, de puro y jodido rock and roll, dejando a un lado unos
dorados años noventa y alguna balada con aires ochenteros.
Los británicos
lanzaron uno a uno todos sus grandes éxitos para disfrute del personal, con
buenas guitarras y Spike ejerciendo de maestro de ceremonias, su voz rota y sus
movimientos se resisten al paso de los años. Son una fiesta, lo saben y lo
sabemos. Todos. Por eso estábamos allí y por eso acudiremos sin pensarlo a sus
próximas llamadas.
Visitantes
En el aspecto musical no estuvieron tan finos como en su
anterior visita, con bastantes idas y venidas de su batería, y tampoco pudieron
contar con un sonido demasiado bueno. Poco importó realmente, este grupo tiene
la virtud de ser un remedio a todos tus males, todos tus problemas, aunque sólo
sea durante un puñado de temas… Hits como ‘7 O’Clock’, ‘Hey You’ o ‘Sex Party’
se mezclan con palmas, bailes y cerveza, y bellezas como ‘I Don’t Love You
Anymore’ o ‘Mona Lisa Smiled’ dan paso a sonrisas y miradas cómplices. Un
cóctel infalible que nunca nos cansaremos de probar. El simple arte de tres
palabras que tristemente cada día cuesta más encontrar.
Madrid, 2 de marzo de
2017
Crónica y fotos por:
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